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Buscando un ideal ...

Sounds of Underground para tod@s...

Sounds of Underground para tod@s...

Pasamos a la acción. A disparar se ha dicho.

No llevo balas, no llevo cañones, simplemente porto en mis dedos palabras en forma de parrafadas incoherentes y desconcertantes que llevaba casi un mes esperando soltar.

Siguiendo, me gustaría darle las sinceras gracias a aquellas personas que han seguido entrando en mi página, para ver si este imbécil paranoico venido a menos había vuelto a dar señales de vida tras esa explosión de rabia y de impotencia que tuve en mi último mensaje un día después del estúpido San Juan. Seiscientas visitas son muchas y mensajes como los que me habeis dejado me hacen mucha ilusión.

Suena 12,51 de The Strokes. Recuerdo que en mi traumático paso de los dieciocho a los diecinueve (joder, me hago mayor) no dejaba de escuchar esta canción. "Bésame ahora que me estoy haciendo viejo" que se oye.

Pues sí. Puto tiempo, putos minutos y horas que no cesan de pasar. Infeliz destino el que vive preso del tiempo en lugar de robarle oro en forma de segundos cuando se descuide.

Creo que por eso me parecía tan buena la idea de ponerle un reloj a la página. Quiero ver un reloj cada vez que entre aquí para darme cuenta de que este raro mundo no deja de girar y que haga algo o no las macabras manijas del reloj no paran. A aprovechar cada segundo pues...

Relojes, relojes... cruel a la par que maravilloso invento. Sirven para ser conscientes de la importancia de cada minuto, pero a la vez marcan límites, muros en el aire totalmente infranqueables.

Odio estar con Diana, con mi niña Diana y estar con un reloj al lado. Sabiendo que nos queda...¿una semana? ¿un día? ¿un par de horas tal vez?... Y después a seguir contando minutos para volver a verla.

Me apetece estar en el sofá junto a ella. Aunque sea viendo la tele o escuchando cualquier bazofia musical. Pero a su lado, sabiendo que ese momento no se tiene por qué acabar, que los únicos límites nos lo ponemos nosotros y no el estúpido (joder, me propuse no insultar en este mensaje, que con lo de IMBÉCIL ya cubrí el cupo) tiempo y la... dichosa distancia. No quiero seguir mirando hacia mi muñeca y soltar un repentino "Diana, que son las 6 ya y mañana me voy a Málaga...". En fín...

Cambio de canción, que ya toca.

Dios, no puede ser. Suena el himno de mis navidades pasadas. "So cold" de Wagner Pa viene como nunca. Con una inoportuna ola de calor sobre España (bendito Mediterráneo) y con un sol de justicia mires dónde mires este convencerme de que hace frío me puede venir bien.

Mítico. Sí, sé que es una palabra que uso mucho, pero no hay otra definición posible para este tema.

Grandísima la voz apagada de Wagner Pa fundiendose con los susurros de Manu Chao.

Viajo con la mente a Madrid. Qué días más bellos he pasado allí. Entre lamentos de frío cierro los ojos y veo la mirada siempre complice de mi amigo Gonzalo escuchándome.

Es curioso, es difícil encontrarse tan a gusto con alguien. Una persona que escucha, que habla, con voz serena y firme, que pausadamente te dice todo lo que pasa por su cabeza. Te puede hablar de una final de la NBA, de injusticias sociales o de una anécdota suya de su infancia pero no puedes dejar de prestarle atención. Me quito el sombrero ante de una de las personas más interesantes que he conocido en mucho tiempo.

Soñador, bohemio y utópico. Como yo, salvando las distancias claro y sin ániamo de compararme a un ser tan genial que cuenta con unos años más y, obviamente, más experiencias, libros y partidos a su "espalda". Chapeau, G, espero volverte a ver en Madrid y, como he comentado antes, no tener que mirar constantemente el reloj para ver cuánto tiempo nos queda de conversación. Nos lo merecemos.

La canción no cesa. Acaba y vuelve a empezar...¿y qué más da? Estoy envuelto en un misticismo especial que hace ver las cosas de un prisma diferente.

Sigo soñando con Madrid. Aparece esa estación de autobuses dónde estoy ya harto de llegar (Andén 54 y bajar escaleras para pillar el metro o subirlas si alguien me recibe) y dónde timé a una pobre taquillera con una tarjeta joven (-26) más que caducada.

Por mi mente no dejan de navegar recuerdos o imágenes de esa ciudad. Paseando por el bello Retiro, llegando a la Plaza Conde de Casal cada día a las dos menos cinco u observando con extrañeza el pijerío digno de Visual Disco que ví en el cutre-mercadillo de Goya...

Cambio de canción pero los recuerdos no cesan. Con este "Hipyer Ballad" de Bjork de testigo recuerdo mis largas caminatas por la mañana solito por el centro de Madrid (Diana, no trabajes tanto por las mañanas... :D), descubriendo lugares, tiendas de camisetas de música, la mítica Plaza del Cascorro, el cuarto oscuro de seguridad del FNAC, y, sobre todo, algo que me enamoró.

Sounds of Underground. Nombre propio de disco o de grupo de pop alternativo de la escena inglesa. No, tan pedante no soy... de momento. Simplemente declárome enamorado del metro de Madrid.

Me encanta ver a personas tan diferentes sentadas en asientos contiguos. Disfruto viendo al hippy de turno o al punky de la cresta de pie junto a la mujer mayor con pinta de ilustradísima esposa de cualquier Fraga madrileño.

Y, especialmente, es apasionante para mí cerrar los ojos y volar a través de los sonidos de metro. Grabadora en mano, captar las canciones de personas que vagón a vagón se ganan la vida o de músicos para los que el metro es tan refugio como para mí las palabras, me parece algo muy emocionante.

Cambio de canción. Hoy estamos en plan retro. Suena "La Vida" de Los Fabulosos Cadillacs.

Hostias, me voy a poner un poco frívolo que ya es hora. ¿Habís probado el brownie? Joder, he estado un buen rato aguantandome sin decirlo pero si os confieso la verdad entre recuerdo y recuerdo, un brownie se apoderaba de mi cabecita. Lo juro.

Soy muy poco pastelero. No me gustan las tartas ni suelo tomar postres, pero el mencionado "Brownie" del VIPS es caso aparte. Yo que sé, entre chocolate caliente, helado frío (bueno, si fuese helado ardiente ya sería la hostia), y yo que sé cuantas delicias más la explosión de sabor en la boca era de aúpa. Un poco caro sí que era, pero al compartir gastos (y Brownie, jaj) la cosa compensaba...

Me iba a poner a hablar de muchos más temas que tengo en la mente, pero tampoco quiero martirizaros mucho más con tantas ideas, paranoias y anécdotas de este último mes.

Eso sí, prometo que esta misma noche (o mañana más bien) escribiré otro mensaje hablando de:

I- Conciertos del Xacobeo 2004.
II- Mis planes para este verano.

Y paro, que le quito emoción a la cosa.

Lo que seguro que habrá es mucha más música y muchas más palabras encadenadas que reflejen mi estado de ánimo y mis sentimientos.

Con el War de Bob Marley me despido. Salud, paz, amor, palabras, sonrisas y canciones para todos, muchas gracias por seguir leyéndome en mi regreso.

Regreso sin mirar el reloj
cierro los ojos y escribo
palabras olvidadas y abandonadas
que el viento intentó llevarse.

No pudo, no podrá...
ni hoy, ni ayer, ni mañana...

Porque mientras exista un boli
o unas simples teclas usadas,
mis manos estarán ahí...
reflejando en letras
las lágrimas y carcajadas
de mi perdida alma.

Sin poesía no hay prosa,
sin prosa no hay poesía.
Pero aún sin rimas hay palabras...
e incluso poesías sin rimas


Un placer... como siempre :)

6 comentarios

pistolitas -

maaaaaaaaan, pero que es de ti tio :(

stipey -

!!QUEREMOS MAS!!

!!ACTUALIZAAAAA!!

Helena -

Y si lo haces tan bien, por qué no escribes más?...
Besos.Adios.

Di -

Sin ti no existo...
Y ahora me voy de vacaciones, y ahora me alejo de ti cuando más feliz he sido. Sólo espero que a ti te quede el mismo sabor dulce, dulcísimo, que a mí de estos días, sabor a brownie, sabor a agua fresca. TQM

stipey -

O no escribes o nos fusilas a palabras !!NO TIENES TERMINO MEDIO!! :)

pistolitas -

que fonito :D, ya era hora man!