Psicotrópicas confesiones y sueños varios.
"Así es, - dijo el valiente obrero - caminaremos sobre las aguas con tal de ver la mirada del búho rojo de los cien mares."
Las personas se sorprendían. Decían ... " no puede ser , el obrero no ". Joder vaya que sí. En una noche tan rara que se transformaba en normal, se sacó su machete de la espalda ( el algodón hace milagros ) y recitó esos versos que se han quedado grabado en la retina ( eran sordos ) de esos millares de beatos que adoraban la creación más mitafísica jamás conocida:
" Para pún
para pán
para pun
pon pan "
El estruendo se desvanecía ante tanta maravilla en forma de palabras. Dios se escondía tras unos inocentes versos, que realmente significaban más, mucho más. Poesía pura, la historia de la filosofía, de las ciencias, del saber humano en sólo 4 líneas.
Olas y olas buscaban la libertad, escapar de una vez por todas del eterno lamento del ruiseñor abatido por la aviricia, por la maldad del hombre.
Cuántos pinos derramados para tan poco pez, cuántas sabanas rojas anunciando cambios, iglesias decapitadas, torres mutiladas...
El obrero subió al balcón y empezó a hablar :
" Queridos cuidadanos:
Para pun
para pan
para pun
pon pan "
La gente extasiada, pedía más y más. Necesitaban de esas palabras como alimento, darían todo por oír esas consignas tan mágicas y elaboradas que eran capaces de cambiar el trascurso del propio Universo.
Pero no, amigos no. El estúpido del taxista me despertó y me dijo que cuál camino me venía mejor para llegar a casa. Tras ese trascendental sueño, la vuelta a la realidad había sido dura, muy dura. Ni piedras tiradas desde el avión con más motor caerían con la fuerza con la que ese profesional del voltante hizo apagar la llama de mi sueño.
No contento, el amigo se empeñó en demostrarme la potencia de su Radio-Cassete-CD-y-todo-lo-demás-que-lleve recién adquirido. A toda hostia por las calles de Mälaga escuchando - soportando - ese terrible intento de homicio a la música como es el recalcitante " Yo quiero bailar... toda la noche..."
Diciéndome que si el equipo lleva todas las novedades habidas y por haber, que suena muchísimo - ahí llevaba razón, he perdido la sensibilidad en el oído derecho -, que él solo se compra basura - digo música ( de la comercial, por cierto )- original, que si le quedan pocos años para jubilarse.
Un brindis por él, que al fin y al cabo, me vino genial que me despertase ante tanto sueño psicotrópico. Y porque me ha caído bien, qué hostias.
¿ Para qué seguir ? Buenas noches... ¿ O días ya ? Todo es relativo ... ;)
Las personas se sorprendían. Decían ... " no puede ser , el obrero no ". Joder vaya que sí. En una noche tan rara que se transformaba en normal, se sacó su machete de la espalda ( el algodón hace milagros ) y recitó esos versos que se han quedado grabado en la retina ( eran sordos ) de esos millares de beatos que adoraban la creación más mitafísica jamás conocida:
" Para pún
para pán
para pun
pon pan "
El estruendo se desvanecía ante tanta maravilla en forma de palabras. Dios se escondía tras unos inocentes versos, que realmente significaban más, mucho más. Poesía pura, la historia de la filosofía, de las ciencias, del saber humano en sólo 4 líneas.
Olas y olas buscaban la libertad, escapar de una vez por todas del eterno lamento del ruiseñor abatido por la aviricia, por la maldad del hombre.
Cuántos pinos derramados para tan poco pez, cuántas sabanas rojas anunciando cambios, iglesias decapitadas, torres mutiladas...
El obrero subió al balcón y empezó a hablar :
" Queridos cuidadanos:
Para pun
para pan
para pun
pon pan "
La gente extasiada, pedía más y más. Necesitaban de esas palabras como alimento, darían todo por oír esas consignas tan mágicas y elaboradas que eran capaces de cambiar el trascurso del propio Universo.
Pero no, amigos no. El estúpido del taxista me despertó y me dijo que cuál camino me venía mejor para llegar a casa. Tras ese trascendental sueño, la vuelta a la realidad había sido dura, muy dura. Ni piedras tiradas desde el avión con más motor caerían con la fuerza con la que ese profesional del voltante hizo apagar la llama de mi sueño.
No contento, el amigo se empeñó en demostrarme la potencia de su Radio-Cassete-CD-y-todo-lo-demás-que-lleve recién adquirido. A toda hostia por las calles de Mälaga escuchando - soportando - ese terrible intento de homicio a la música como es el recalcitante " Yo quiero bailar... toda la noche..."
Diciéndome que si el equipo lleva todas las novedades habidas y por haber, que suena muchísimo - ahí llevaba razón, he perdido la sensibilidad en el oído derecho -, que él solo se compra basura - digo música ( de la comercial, por cierto )- original, que si le quedan pocos años para jubilarse.
Un brindis por él, que al fin y al cabo, me vino genial que me despertase ante tanto sueño psicotrópico. Y porque me ha caído bien, qué hostias.
¿ Para qué seguir ? Buenas noches... ¿ O días ya ? Todo es relativo ... ;)
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