...Porque aún es muy temprano...
Joder, qué ganas tenía de volver.
No puedo empezar con una palabra bonita, políticamente correcta o hipócritamente adecuada para comenzar a escribir estas líneas.
Sí, amigos sí ... quizás un inocente "hola de nuevo" o un "he vuelto" fuese más correcto. Pero hostias(sic)... con un "joder" a tiempo ya se presuponen las 2 cosas, ¿no? Y además, con esa palabra expreso las ganas que tenía de coger el inerte teclado y darle más vida que al ser vivo más vivo (nótese la redundancia).
Uf, ya empiezo a salirme de ese guión ficticio que ni yo mismo me creo. A ver, yo cierro los ojos, escucho música y pongo lo que se me pase por la mente, ¿vale? Sé que me lo vais a perdonar, que para algo soy el hijo pródigo, oigan...
Pero no, hoy no es día de parábolas ni de sucedáneos. Al grano.
Estoy feliz. Soy feliz. Leo ese "Infinita tristeza" del 19 de Enero (hace poco más de 3 meses, quién lo diría...) y me quedo impresionado. Todo ha cambiado. Todo.
Sé que cuando esté en mi camita a punto de morir (calentito y bien arropado, si no es mucho pedir) así en plan abuelete orgulloso de sus hijos, nietos y demás empezaré a hacer balance de mi vida. Vaya, soy consciente de que no tendré mucha memoria en esas fechas. Quizás no recuerde alguna anécdota del instituto, algún recuerdo especial de un viaje o un simple partido de baloncesto. Lo sé, lo asumo.
Pero hay cosas que sé que son imposibles de borrar. No olvidaré jamás a mi genial padre esperando 12 horas conmigo en Bilbao para un concierto de Manu Chao, la imagen de mi madre y servidor debajo de la manta viendo cualquier película o programa de televisión juntos, la semana increíble con mi hermano y su novia en Londres en la que acabamos sorprendidos por el altruismo infinito de las tiendas inglesas con nosotros. No, eso tampoco ser irá de mi mente.
Como sé que tampoco podré olvidar esos cumpleaños que hacía en mi casa de pequeñito en los que invitaba a toda la clase (sí, 20 críos corriendo de un lado a otro en un pisito de familia obrera :D ), a mis amigos del alma (va por tí Antonio, sé que lo leerás), a otros que aunque no sean del alma me han aportado mucho. En mi mente pasarán instantaneas de Bosnia, de Holanda, de Rumanía ... de esos viajes que me han marcado y me seguirán marcando. Seguro que tampoco olvido conciertos en los que salté, vibré, soñé, volé ...
Ni el mayo del año pasado, qué fue alucinante. Ni multitud de navidades con mi familia, ni a la cantidad de gente interesante que he conocido y espero continuar conociendo a través de la red (y esto va por tí María, y por el catalán artífice de esta página.
Bien. Todo este rollo pseudo-sentimental propio de película típica de domingo a las 4 de la tarde tras el simulacro de "Noticias" de TVE (uy,que ahora han cambiado:P) me viene de perlas para soltar de una vez que hay una cosa más que añadir a ese museo de momentos especiales.
Fecha: 7 de Abril. Lugar: Madrid. Razón: Diana.
Diana, Diana, Diana... no me puedo cansar de oír, leer o escribir esas 5 letras tan fascinantes.
Ella es una chica mayor que yo. Bueno, lo de chica digamos que es eufemismo porque ya tiene su edad(es coña, es coña xD). Nos unió la Bersuit, la música, la pasión, las ganas por viajar, por hablar, por reír, ... y sobre todo, por soñar.
Soñamos. Vivimos en un sueño, en un infinito y eterno sueño sin límites. Nunca creí en el amor, nunca pensé que un ser tan insoportablemente independiente como yo podría necesitar tanto a una persona. A mi persona. A mi Dí.
La quiero, me vuelve loco, la tengo constantemente en mi cabeza, no puedo olvidar su voz(eso quizás sea porque día tras día hablamos por teléfono:P), ni su tacto, ni la sensación de un abrazo suyo.
Nunca (excepto hoy y el famoso día triste) he contado cosas muy personales en esta página. Me decía mi buena amiga María que tiene la sensación de que yo hablo de todos los temas o sentimientos posibles pero haciéndolos ajenos a mí. Y llevará razón. Pero hoy ya tocaba.
No os daré más la murga con mi correoso corazón. Sólo quería explicar un poquito los motivos de esa felicidad tan grande y que ha conseguido hacer desaparecer las amenazantes manijas del reloj de mi vida. ¿Para qué mirar la hora si se que aún es muy temprano?
Pasé un abril genial. Irrepetible Semana ¿Santa? en Madrid: un terremoto en forma de concierto de los locos de la Bersuit, esa película de mucho miedo con la que no pude parar de reírme (hasta que Diana la quitó a causa de mis carcajadas), ese 0-3 al Real Madrid en el Bernabeu (¿Han dicho gafe?:D), ese porro somnoliento en una noche cualquiera, ese vino increíble que nos tomamos al ladito de la Plaza Mayor ... ufff... cuántos recuerdos:).
Ya bajé a la tierra. Tampoco me va mal. Estoy colaborando en una revista de baloncesto (¿Se acuerdan de mi artículo de las fotos de carnet? Pues hay 7.000 copias rulando en el mercado negro ... cosas del Periodismo...y de hacer editoriales:P), ahora estoy también empezando a escribir en el portal de Música IndyRock (está ya publicada la crónica de Bersuit), ...
¿La Universidad? Bien, gracias.
Muy mal no me debe ir cuándo mis mayores "problemas" son:
- El estúpido sonido del ratón al hacer click (joder, me da escalofríos, tendré que ir a un psiquiatra de esos para zumbados por zumbidos)
- Que todo el mundo me reconozca al escribir por mi habitual a la par que extraña manía de dejar un espacio (ya sea paréntesis, exclamaciones... no, no busquen, que en este artículo me he esmerado:D).
- El profundísimo trauma que me ha creado saber que he sido el último en enterarme del cambio de nombre de la gran Tamara (¡¡¡ahora es Ambar!!!xD, como está el patio)
En fín, que seguiremos por aquí dando guerra, ya con Internet en casa, por lo que no tengo excusa. Tengo ganas de seguir hablando de música (suena el magnífico "Take me out" de Franz Ferdinand de fondo), de política (Y las tropas que ya llegan a casa, ¡olé!), de libros (estoy con ese "1984" que cierta persona me regaló), de sentimientos, paranoias, sueños y demás parafernalia a precio de saldo que se me vayan ocurriendo.
Acabaré con unos versos que escribí un día para la chica que ha conseguido enamorarme:
"Sós la diosa del laico,
millonaria del bostero
reina del republicano
sólo una cosa quiero ...
NO ME DESPIERTES NUNCA
porque aún es muy temprano..."
Un abrazo al resto... gracias por aguantarme en mi regreso a mi querido refugio.
No puedo empezar con una palabra bonita, políticamente correcta o hipócritamente adecuada para comenzar a escribir estas líneas.
Sí, amigos sí ... quizás un inocente "hola de nuevo" o un "he vuelto" fuese más correcto. Pero hostias(sic)... con un "joder" a tiempo ya se presuponen las 2 cosas, ¿no? Y además, con esa palabra expreso las ganas que tenía de coger el inerte teclado y darle más vida que al ser vivo más vivo (nótese la redundancia).
Uf, ya empiezo a salirme de ese guión ficticio que ni yo mismo me creo. A ver, yo cierro los ojos, escucho música y pongo lo que se me pase por la mente, ¿vale? Sé que me lo vais a perdonar, que para algo soy el hijo pródigo, oigan...
Pero no, hoy no es día de parábolas ni de sucedáneos. Al grano.
Estoy feliz. Soy feliz. Leo ese "Infinita tristeza" del 19 de Enero (hace poco más de 3 meses, quién lo diría...) y me quedo impresionado. Todo ha cambiado. Todo.
Sé que cuando esté en mi camita a punto de morir (calentito y bien arropado, si no es mucho pedir) así en plan abuelete orgulloso de sus hijos, nietos y demás empezaré a hacer balance de mi vida. Vaya, soy consciente de que no tendré mucha memoria en esas fechas. Quizás no recuerde alguna anécdota del instituto, algún recuerdo especial de un viaje o un simple partido de baloncesto. Lo sé, lo asumo.
Pero hay cosas que sé que son imposibles de borrar. No olvidaré jamás a mi genial padre esperando 12 horas conmigo en Bilbao para un concierto de Manu Chao, la imagen de mi madre y servidor debajo de la manta viendo cualquier película o programa de televisión juntos, la semana increíble con mi hermano y su novia en Londres en la que acabamos sorprendidos por el altruismo infinito de las tiendas inglesas con nosotros. No, eso tampoco ser irá de mi mente.
Como sé que tampoco podré olvidar esos cumpleaños que hacía en mi casa de pequeñito en los que invitaba a toda la clase (sí, 20 críos corriendo de un lado a otro en un pisito de familia obrera :D ), a mis amigos del alma (va por tí Antonio, sé que lo leerás), a otros que aunque no sean del alma me han aportado mucho. En mi mente pasarán instantaneas de Bosnia, de Holanda, de Rumanía ... de esos viajes que me han marcado y me seguirán marcando. Seguro que tampoco olvido conciertos en los que salté, vibré, soñé, volé ...
Ni el mayo del año pasado, qué fue alucinante. Ni multitud de navidades con mi familia, ni a la cantidad de gente interesante que he conocido y espero continuar conociendo a través de la red (y esto va por tí María, y por el catalán artífice de esta página.
Bien. Todo este rollo pseudo-sentimental propio de película típica de domingo a las 4 de la tarde tras el simulacro de "Noticias" de TVE (uy,que ahora han cambiado:P) me viene de perlas para soltar de una vez que hay una cosa más que añadir a ese museo de momentos especiales.
Fecha: 7 de Abril. Lugar: Madrid. Razón: Diana.
Diana, Diana, Diana... no me puedo cansar de oír, leer o escribir esas 5 letras tan fascinantes.
Ella es una chica mayor que yo. Bueno, lo de chica digamos que es eufemismo porque ya tiene su edad(es coña, es coña xD). Nos unió la Bersuit, la música, la pasión, las ganas por viajar, por hablar, por reír, ... y sobre todo, por soñar.
Soñamos. Vivimos en un sueño, en un infinito y eterno sueño sin límites. Nunca creí en el amor, nunca pensé que un ser tan insoportablemente independiente como yo podría necesitar tanto a una persona. A mi persona. A mi Dí.
La quiero, me vuelve loco, la tengo constantemente en mi cabeza, no puedo olvidar su voz(eso quizás sea porque día tras día hablamos por teléfono:P), ni su tacto, ni la sensación de un abrazo suyo.
Nunca (excepto hoy y el famoso día triste) he contado cosas muy personales en esta página. Me decía mi buena amiga María que tiene la sensación de que yo hablo de todos los temas o sentimientos posibles pero haciéndolos ajenos a mí. Y llevará razón. Pero hoy ya tocaba.
No os daré más la murga con mi correoso corazón. Sólo quería explicar un poquito los motivos de esa felicidad tan grande y que ha conseguido hacer desaparecer las amenazantes manijas del reloj de mi vida. ¿Para qué mirar la hora si se que aún es muy temprano?
Pasé un abril genial. Irrepetible Semana ¿Santa? en Madrid: un terremoto en forma de concierto de los locos de la Bersuit, esa película de mucho miedo con la que no pude parar de reírme (hasta que Diana la quitó a causa de mis carcajadas), ese 0-3 al Real Madrid en el Bernabeu (¿Han dicho gafe?:D), ese porro somnoliento en una noche cualquiera, ese vino increíble que nos tomamos al ladito de la Plaza Mayor ... ufff... cuántos recuerdos:).
Ya bajé a la tierra. Tampoco me va mal. Estoy colaborando en una revista de baloncesto (¿Se acuerdan de mi artículo de las fotos de carnet? Pues hay 7.000 copias rulando en el mercado negro ... cosas del Periodismo...y de hacer editoriales:P), ahora estoy también empezando a escribir en el portal de Música IndyRock (está ya publicada la crónica de Bersuit), ...
¿La Universidad? Bien, gracias.
Muy mal no me debe ir cuándo mis mayores "problemas" son:
- El estúpido sonido del ratón al hacer click (joder, me da escalofríos, tendré que ir a un psiquiatra de esos para zumbados por zumbidos)
- Que todo el mundo me reconozca al escribir por mi habitual a la par que extraña manía de dejar un espacio (ya sea paréntesis, exclamaciones... no, no busquen, que en este artículo me he esmerado:D).
- El profundísimo trauma que me ha creado saber que he sido el último en enterarme del cambio de nombre de la gran Tamara (¡¡¡ahora es Ambar!!!xD, como está el patio)
En fín, que seguiremos por aquí dando guerra, ya con Internet en casa, por lo que no tengo excusa. Tengo ganas de seguir hablando de música (suena el magnífico "Take me out" de Franz Ferdinand de fondo), de política (Y las tropas que ya llegan a casa, ¡olé!), de libros (estoy con ese "1984" que cierta persona me regaló), de sentimientos, paranoias, sueños y demás parafernalia a precio de saldo que se me vayan ocurriendo.
Acabaré con unos versos que escribí un día para la chica que ha conseguido enamorarme:
"Sós la diosa del laico,
millonaria del bostero
reina del republicano
sólo una cosa quiero ...
NO ME DESPIERTES NUNCA
porque aún es muy temprano..."
Un abrazo al resto... gracias por aguantarme en mi regreso a mi querido refugio.
1 comentario
Albert -
Eso que te pasas a otra web no me ha gustado eh :P
Un abrazo del cura :D