Madeleine.
Vuelvo. Es lo único que saco como conclusión.
¿Ir o venir? Vaya dilema. Todo es relativo, que diría un día en esta misma página una y otra vez.
Me lo he propuesto y lo voy a cumplir, salvo que no pueda porque ese día no me conecte ni un minuto a Internet o porque tenga cosas que me lo impidan. Un artículo al día, aunque un simple "hola", una estúpida anécdota o una reflexión sobre política. Qué más da. Necesito escribir, eso me da vida. Morir con letras es mejor que subsistir sin ideas. Eso seguro. Yo ahora no estoy sin ideas pero tampoco estoy con letras. Y quedarse en tierra de nadie ya es el colmo.
Hoy lloro sonrisas o yo que sé cómo llaman a ese sentimiento raro que tenemos las personas de saber que todo marcha bien pero que falta algo. Recapitulemos:
Tras un septiembre "estudiantilmente" muy bueno (me quité la carga "universitaria" en la que yo solito me había metido. Aparte del exámen ese aprobado que os comento en el último artículo, a la semana siguiente también celebré otros dos exámenes aprobados, uno de ellos con sobr: bendita Historia, ¡viva la Historia!), llega uno de esos meses raros del calendario, que rapidamente se escapa.
Octubre. Que nombre más ridículo (Octubre viene de octavo, curioso nombre para el mes 10, preguntenle a Rómulo) para un mes tan gris.
La rutina siempre es la misma. Papeleo de la Universidad por aquí, fotos, fichas y demás por allá.
Entre una cosa y otra nos plantamos en el día 14 de Octubre, cumpleaños de mi amigo Antonio. Sería buen día si no fuese porque siempre en su día recuerdo que cada vez queda menos para que yo también cumpla un año más (hago los 20 el diez de Noviembre).
No voy a dar el discursito de niño que no quiere hacerse mayor, pero realmente, me quedaría con este primer digito (ese maravilloso 1) de mi edad toda la vida.
Despues el horrendo clima malagueño en este mes. Estas todos los días esperando que el Sol se vaya de una vez, pero nada. Treinta grados como penitencia de los pecados veraniegos. "¿No querías playa? Pues toma playa, majo" parece decir el desafiante gigante amarillo por estos lares. Ni en la sombra te libras de él.
Pero de repente, cuando menos te lo esperas, el día se vuelve gris, frío y eso contagia al resto de cosas. A la gente se le ve apagada, la oscuridad del cielo se refleja en los gestos más cotidianos y acaban por convertir a Octubre en lo que antes os he dicho, en un mes ridículo, gris y de transición, al menos para mí.
Un poquito de música siempre viene bien, ¿verdad? Es el momento. Suena "All my Life" de los FooFighters. Mi vecina de abajo, borde como ella sola, entre mis botes con el balón de baloncesto (no hagais preguntas, por favor) y mis golpecitos en la mesa con la música a toda caña, habrá empezado a odiarme. Y eso que me abstengo de ponerme sobre la desteñida silla giratoria para saltar como un loco al son del estribillo de esta canción tan grande.
¿Qué ven mis ojos? 952 10 20 74. Sí, lo han adivinado, es un teléfono. Está puesto justo en el piso de abajo, el de mi vecina la borde junto a un cartel que reza: SE VENDE. Joder, pues sí que la molesto, sí. Y eso que hoy no he puesto Muse. Bah, por recordarmelo le dedico este maravilloso "Micro Cuts".
Si os atreveis a llamar al número y comprar la casa podreis disfrutar las ventajas de una casa que si bien humilde y de barrio obrero-ortopédico (rodeado por hospitales, ortopedias y tiendecitas cutres), está bien situada y es muy maja. Además, si el nuevo inquilino es algún lector de esta página, tendré confianza y no tendré que reprimirme escuchando música.
Mientras la canción se muere de la forma más deliciosa posible, me reafirmo mi idea de cambiar un poco la actividad de la página.
Si bien para mí mismo seguiré escribiendo esas vergonzosas paranoias en estado de (verde) trance, no quiero pasarme por este al que alguna vez llamé mi refugio unicamente una vez al mes. Si tengo un disco o un libro que comentar o una postura sobre algún tema y me apetece exponerla me pasaré por aquí, ya sin tantas excusas de tiempo o falta de inspiración.
Es cierto que a veces las metafóricas musas le abandonan a uno, pero al igual que la suerte, es imposible encontrar inspiración si antes no se estaba buscando. Y yo llevo unas semanas, que parezco mentalmente vegetativo, y este mensaje me sirve un poco como terapia.
Decía algún listo con más razón que un salto el condenado que no se echa de menos algo hasta que no se va del todo. Yo, como fiel representación del ser humano medio y simple, no soy una excepción.
Es increíble. Mi amiga Carmina vive a doscientos metros de mí. Nos vemos unas pocas veces al mes (en la Universidad, como mucho). Eso sí, nos lo pasamos genial, hablamos de todos los temas, nos reímos y lo más esencial y que me pasa con pocas personas, nos entendemos. A mí ella me parece una chica interesantísima y yo creo que tampoco le caigo mal del todo. Y sin embargo, nos vemos mucho menos de lo que nos gustaría.
Ahora ella se va a Grecia y me entran muchas ganas de verla. Según me cuenta anda por Patras, una ciudad mitad Zagreb (por lo feo)- mitad homenaje al 8- celebre autobús malagueño- (por la lentitud y torpeza en el tema papeleos, transportes...), pero no dudo en que se lo pasará bien.
Lo dicho, a ver si cuando vuelva a Málaga quedamos más que antaño.
Por cierto, hay algo que empieza a mosquearme. No sé si doy esa imagen de cara al exterior, pero ya son varias personas las que me han dicho lo mismo. Al ya famoso "eres tú y tu mundo" (bah, ese no me molesta) se une el "es que tú hablas de todo pero haciendolo ajeno a tí". Esa frase me la dijo María hace un tiempo, y la semana pasada otra chica me lo comentó de igual manera.
Entiendo que la gente que me conoce (más profundamente, los que me han visto un par de veces me verán como alguien majo, hablador, simpatiquete y mil tópicos más) me vean como un tanto independiente. No tanto un "espíritu libre" como dice Olga (libertad es otra cosa y yo de momento no me siento tan libre) pero sí alguien que es un poco pasotilla y va un poco a su bola. Eso lo puedo entender, pero tampoco me gusta que haya amigos míos que se hagan a la idea de que no necesito a nadie, que me encierro tanto en mí que ellos no me importan (al contrario, vaya) y que no sufro por una pelea o un distanciamento con alguien al que aprecio.
No sé si me he explicado bien, pero tampoco creo que haya que hacerlo más.
Voy a ir acabando este mensaje porque realmente me estoy asustando. He pasado de ser un paranoico pseudo-porreta-existencialista-místico a un vulgar crío con toques quinceañeros-espinillosos contando cosas tan cotidianas y aburridas a los oidos (u ojos, vete tú a saber) de los demás que es ciertamente penoso.
Menos mal que el grandísimo "Strawberry Field For Ever" de los Beatles tapa un poco el vergonzoso espectaculo.
Con estos acordes psicotrópicos que me dan ganas de llorar (ya que me hacen recordar la cara de emoción de mi padre cuando la escucha mientras me cuenta batallitas de la época) y a vez sonreír de placer (por lo maravilloso de la canción) me despido. Por cierto, y antes de irme del todo, aclarar que el título es solo una metáfora.
A veces los nombres más bellos (como el de Madeleine) se esconden tras apariencia ridícula (magdalena). Para todas las Madeleines del mundo, van mis palabras.
Un abrazo más sincero que nunca a los cuatro gatos (prefiero cuatro gatos como vosotros a un millón de hipócritas visitas que dejen mensajes pelotas e infantiloides) que entran por aquí, nos vamos a empezar a ver más a menudo.
.
.
.
.
.
.
Llora sin par el octavo
porque sabe que hoy es diez.
El décimo está consternado
octavó llegó a ser él.
Pero aún quedan cosas
que bien merecen una lucha.
A Denia no habrá que ir,
el amor vendrá a Málaga.
Amor de ojos llorosos
amor de ojos sinceros
amor que es metáfora
amor que es verdadero.
Suenan tan bien las palabras
que gritan en mi retina
suenan tan bien los sueños
que bailan en esta vida.
Llorar despierta al vivo
Escribir resucita al muerto
leer llorando es un tormento
llorar escribiendo es un invento.
Madeleine ya lo decía...
MÁS LÁPICES POR FAVOR.
¿Ir o venir? Vaya dilema. Todo es relativo, que diría un día en esta misma página una y otra vez.
Me lo he propuesto y lo voy a cumplir, salvo que no pueda porque ese día no me conecte ni un minuto a Internet o porque tenga cosas que me lo impidan. Un artículo al día, aunque un simple "hola", una estúpida anécdota o una reflexión sobre política. Qué más da. Necesito escribir, eso me da vida. Morir con letras es mejor que subsistir sin ideas. Eso seguro. Yo ahora no estoy sin ideas pero tampoco estoy con letras. Y quedarse en tierra de nadie ya es el colmo.
Hoy lloro sonrisas o yo que sé cómo llaman a ese sentimiento raro que tenemos las personas de saber que todo marcha bien pero que falta algo. Recapitulemos:
Tras un septiembre "estudiantilmente" muy bueno (me quité la carga "universitaria" en la que yo solito me había metido. Aparte del exámen ese aprobado que os comento en el último artículo, a la semana siguiente también celebré otros dos exámenes aprobados, uno de ellos con sobr: bendita Historia, ¡viva la Historia!), llega uno de esos meses raros del calendario, que rapidamente se escapa.
Octubre. Que nombre más ridículo (Octubre viene de octavo, curioso nombre para el mes 10, preguntenle a Rómulo) para un mes tan gris.
La rutina siempre es la misma. Papeleo de la Universidad por aquí, fotos, fichas y demás por allá.
Entre una cosa y otra nos plantamos en el día 14 de Octubre, cumpleaños de mi amigo Antonio. Sería buen día si no fuese porque siempre en su día recuerdo que cada vez queda menos para que yo también cumpla un año más (hago los 20 el diez de Noviembre).
No voy a dar el discursito de niño que no quiere hacerse mayor, pero realmente, me quedaría con este primer digito (ese maravilloso 1) de mi edad toda la vida.
Despues el horrendo clima malagueño en este mes. Estas todos los días esperando que el Sol se vaya de una vez, pero nada. Treinta grados como penitencia de los pecados veraniegos. "¿No querías playa? Pues toma playa, majo" parece decir el desafiante gigante amarillo por estos lares. Ni en la sombra te libras de él.
Pero de repente, cuando menos te lo esperas, el día se vuelve gris, frío y eso contagia al resto de cosas. A la gente se le ve apagada, la oscuridad del cielo se refleja en los gestos más cotidianos y acaban por convertir a Octubre en lo que antes os he dicho, en un mes ridículo, gris y de transición, al menos para mí.
Un poquito de música siempre viene bien, ¿verdad? Es el momento. Suena "All my Life" de los FooFighters. Mi vecina de abajo, borde como ella sola, entre mis botes con el balón de baloncesto (no hagais preguntas, por favor) y mis golpecitos en la mesa con la música a toda caña, habrá empezado a odiarme. Y eso que me abstengo de ponerme sobre la desteñida silla giratoria para saltar como un loco al son del estribillo de esta canción tan grande.
¿Qué ven mis ojos? 952 10 20 74. Sí, lo han adivinado, es un teléfono. Está puesto justo en el piso de abajo, el de mi vecina la borde junto a un cartel que reza: SE VENDE. Joder, pues sí que la molesto, sí. Y eso que hoy no he puesto Muse. Bah, por recordarmelo le dedico este maravilloso "Micro Cuts".
Si os atreveis a llamar al número y comprar la casa podreis disfrutar las ventajas de una casa que si bien humilde y de barrio obrero-ortopédico (rodeado por hospitales, ortopedias y tiendecitas cutres), está bien situada y es muy maja. Además, si el nuevo inquilino es algún lector de esta página, tendré confianza y no tendré que reprimirme escuchando música.
Mientras la canción se muere de la forma más deliciosa posible, me reafirmo mi idea de cambiar un poco la actividad de la página.
Si bien para mí mismo seguiré escribiendo esas vergonzosas paranoias en estado de (verde) trance, no quiero pasarme por este al que alguna vez llamé mi refugio unicamente una vez al mes. Si tengo un disco o un libro que comentar o una postura sobre algún tema y me apetece exponerla me pasaré por aquí, ya sin tantas excusas de tiempo o falta de inspiración.
Es cierto que a veces las metafóricas musas le abandonan a uno, pero al igual que la suerte, es imposible encontrar inspiración si antes no se estaba buscando. Y yo llevo unas semanas, que parezco mentalmente vegetativo, y este mensaje me sirve un poco como terapia.
Decía algún listo con más razón que un salto el condenado que no se echa de menos algo hasta que no se va del todo. Yo, como fiel representación del ser humano medio y simple, no soy una excepción.
Es increíble. Mi amiga Carmina vive a doscientos metros de mí. Nos vemos unas pocas veces al mes (en la Universidad, como mucho). Eso sí, nos lo pasamos genial, hablamos de todos los temas, nos reímos y lo más esencial y que me pasa con pocas personas, nos entendemos. A mí ella me parece una chica interesantísima y yo creo que tampoco le caigo mal del todo. Y sin embargo, nos vemos mucho menos de lo que nos gustaría.
Ahora ella se va a Grecia y me entran muchas ganas de verla. Según me cuenta anda por Patras, una ciudad mitad Zagreb (por lo feo)- mitad homenaje al 8- celebre autobús malagueño- (por la lentitud y torpeza en el tema papeleos, transportes...), pero no dudo en que se lo pasará bien.
Lo dicho, a ver si cuando vuelva a Málaga quedamos más que antaño.
Por cierto, hay algo que empieza a mosquearme. No sé si doy esa imagen de cara al exterior, pero ya son varias personas las que me han dicho lo mismo. Al ya famoso "eres tú y tu mundo" (bah, ese no me molesta) se une el "es que tú hablas de todo pero haciendolo ajeno a tí". Esa frase me la dijo María hace un tiempo, y la semana pasada otra chica me lo comentó de igual manera.
Entiendo que la gente que me conoce (más profundamente, los que me han visto un par de veces me verán como alguien majo, hablador, simpatiquete y mil tópicos más) me vean como un tanto independiente. No tanto un "espíritu libre" como dice Olga (libertad es otra cosa y yo de momento no me siento tan libre) pero sí alguien que es un poco pasotilla y va un poco a su bola. Eso lo puedo entender, pero tampoco me gusta que haya amigos míos que se hagan a la idea de que no necesito a nadie, que me encierro tanto en mí que ellos no me importan (al contrario, vaya) y que no sufro por una pelea o un distanciamento con alguien al que aprecio.
No sé si me he explicado bien, pero tampoco creo que haya que hacerlo más.
Voy a ir acabando este mensaje porque realmente me estoy asustando. He pasado de ser un paranoico pseudo-porreta-existencialista-místico a un vulgar crío con toques quinceañeros-espinillosos contando cosas tan cotidianas y aburridas a los oidos (u ojos, vete tú a saber) de los demás que es ciertamente penoso.
Menos mal que el grandísimo "Strawberry Field For Ever" de los Beatles tapa un poco el vergonzoso espectaculo.
Con estos acordes psicotrópicos que me dan ganas de llorar (ya que me hacen recordar la cara de emoción de mi padre cuando la escucha mientras me cuenta batallitas de la época) y a vez sonreír de placer (por lo maravilloso de la canción) me despido. Por cierto, y antes de irme del todo, aclarar que el título es solo una metáfora.
A veces los nombres más bellos (como el de Madeleine) se esconden tras apariencia ridícula (magdalena). Para todas las Madeleines del mundo, van mis palabras.
Un abrazo más sincero que nunca a los cuatro gatos (prefiero cuatro gatos como vosotros a un millón de hipócritas visitas que dejen mensajes pelotas e infantiloides) que entran por aquí, nos vamos a empezar a ver más a menudo.
.
.
.
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Llora sin par el octavo
porque sabe que hoy es diez.
El décimo está consternado
octavó llegó a ser él.
Pero aún quedan cosas
que bien merecen una lucha.
A Denia no habrá que ir,
el amor vendrá a Málaga.
Amor de ojos llorosos
amor de ojos sinceros
amor que es metáfora
amor que es verdadero.
Suenan tan bien las palabras
que gritan en mi retina
suenan tan bien los sueños
que bailan en esta vida.
Llorar despierta al vivo
Escribir resucita al muerto
leer llorando es un tormento
llorar escribiendo es un invento.
Madeleine ya lo decía...
MÁS LÁPICES POR FAVOR.
5 comentarios
Di -
Helena -
Toperro -
pistolitas -
Tio, aparece más, ya que no podemos hablar cais nunca, por lo menos que sepamos de tu vida. Me alegro que quieras tomar ese camino.
Di -
Y por qué teniendo las ideas más hermosas dentro de tu cabeza te empeñas en que las palabras no aparezcan? No puedes dejarnos huérfanos de paranoias, no puedes abandonarnos a blogs sin sustancia, cuando en potencia tienes TODO para ser brillante. Ya lo eres, y sé que no te importa, pero sólo falta que el resto sepa lo que yo sé. TQ