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Buscando un ideal ...

Ochenta años... y un día.

Escribo estas líneas con más nostalgia que nunca.

Me hago viejo. No, aún no me han salido canas ni se me ha empezado a caer el pelo, pero siento que dentro de una hora y media que es lo que resta para el 10 de Noviembre (y por lo tanto mi cumpleaños) caerá una losa sobre en mí en forma de veinte años de edad.

Estoy tan triste como ilusionado. Tan melancólico como impaciente. No sé, es un sentimiento muy raro.

A lo largo de este artículo sonarán alguna de las canciones que me han hecho vibrar este año, ya sean muy buenas o muy malas pero que me han acompañado en momentos de rabia, de alegría, de amor o de tristeza.

Suena el mítico "Trae ese ron" de Doble V. Ya lo dije hace tiempo, es una especie de terapia esta instantánea contra la rabia contenida y las incipientes lágrimas.

Miro hacia atrás y me emociono aún más. Tal noche como la de hoy estaba en mi casa el año pasado tocando madera para que se parase de una puta vez las macabras manijas del reloj y nunca llegase ese 10 de Noviembre que me separase de los maravillosos 18 años.

Qué bonita edad la de 18. Si hacías algo mal todos te perdonaban pero si se te ocurría hacer algo bien te elogiaban de forma exagerada.

El antiguo "joder, qué bien escribe el niño con lo chico que es" se convertirá en un estúpido "bah, normal, ya tiene 20 años, que siga mejorando". Jaja, lúgubre ironía, paradójica herencia del paso del tiempo.

Me caso de Doble V y me paso al monumental Light my fire de The Doors. Me translado a los (pocos) días paranoicos pseudo-verdes-trascendentales-paranoicos-y-no-sé-que-mil-cosas-mas que la psicodélica música y el humo envenenado de mi estimultante intelectual favorito me hicieron vivir. Recuerdo risas incontroladas, confesiones psicotrópicas, reflexiones en clave de universo paralelo y más situaciones que mejor no seguir recordando para no manchar de verde mi melancolica despedida de los 19 tiernos añitos.

Cambio total de planes. Con más fuerza que nunca llega Rosendo. No es que sea mi cantante favorito pero su "Masculino singular" es un buen esquema de estos últimos 365 días. Vuelvo a la Feria. Con Diana, en la Zona Roja (dícese de una caseta dónde te ponían de forma consecutiva Bersuit, Mano Negra y Macaco) a altas horas de la madrugada.

Era viernes, o sábado, yo que sé. Solo recuerdóme con una camiseta de la Roma muerto de calor con un tinto de verano en una mano y la otra sujetando en el hombro a la ya clásica mochila que me acompaña. Hablando casi a gritos (por el volúmen de la música) con Diana y diciéndole que si nos íbamos.

David y el resto de la gente ya se había ido y estaban empezando a poner música más cutre. Cuando nos decidíamos a abandonar el lugar, algo me paró. Este Masculino singular. No sé si fue el recuerdo del grandísimo Espárrago Rock que me metí el año anterior con la fabulosa Carmina o la ilusión por escuchar una canción que aunque no pasa de aceptable, no oía desde hace tiempo y tiene la cualidad mágica de hacerme soltar la mochila y dar saltos como un loco.

Buf, me muero ya del todo. Suena "Go with the flow" de Queens of the Stone Age. Juro que se me saltan las lágrimas de recordar con una estúpida sonrisa en la cara los momentos con esta canción de testigo.

Vuelvo a comienzos de año. A esa nochevieja eterna con Antonio, David y el resto de amigos en el Sonic. Nos encantaba a todos el "No one Knows" de este grupo pero yo les había dicho que tenían una bastante mejor. No me creían. Hasta ese día, claro.

En plena Nochevieja, tras no sé yo cuantas horas de celebración semi-resacosa sonó la psicodélica melodía que abre este tema. Del resto no me acuerdo, solo me vienen a la cabezas negras instantáneas. Quizás tenga que ver el hecho de estar como un imbécil toda la canción con los ojos cerrados dejándome llevar de un lado a otro (¿Cómo no acabé en el suelo?).

Relájate, man, relájate. Cambio de planes. Me apetece un poquito menos de melancolía en forma de (pocas pero intensas) noches mágicas en el bar de siempre. Suena Panteón Rococó, "La Dosis perfecta".

"Hoy mi cuerpo necesita de ti
y saber que la dosis perfecta esta en
tus caderas, en tus besos, tu sonrisa, tu cabello
y ese cuerpo que me eriza.

Me imagino en un concierto de esta gente y tiene que ser un puntazo, todos saltando como locos en esa especie de ska-cumbia-melódica y paranoico.

Lo siento, no me quedan más fuerzas. Le doy la libertad (que bonita palabras) a unas cuantas rebeldes lágrimas de su ocular cárcel y me centro en más recuerdos y canciones.

Suena Héroes del Silencio. Vuelvo a ese 19 de Enero tristísimo (ver blog) y me vuelvo a ver escuchando esta canción como un niñato mientras leía el Factorum de Charles Bukowski.

También esta canción me trae a la cabeza el viaje de vuelta del Xacobeo en Julio (Santiago-Madrid y luego a Málaga en autobus el mismo día) escuchando esta canción en el coche y como no, en mi viejo discman en mi regreso a mi colorida Málaga montado en el fiel Daibus.

Claro que canciones que me traigan a la cabeza viajes de vuelta hay muchas y casi mejor no recordarlas, porque todas las veces que este año me volví de Madrid tras separarme de ella han sido momentos muy duros y el viaje se hizo eterno.

Sigamos con la música. Suena un "Años 80" de Los Piratas que podemos decir que es válida para todo el año. La he escuchado más de una vez a la hora de escribir artículos o simplemente para relajarme un rato.

Mejor ya ni hablemos del mítico, eterno y genial Lullaby de The Cure. Aquí mi memoria se tiñe de azul y rojo, color del escenario durante el concierto del grupo que coloreaba el Monte do Gozo a su antojo. Yo hablando con mi hermano por teléfono y dedicandole esta canción de su grupo favorito. El casi llorando de la emoción. Yo también.

En ese momento se me había olvidado lo incómodo que era dormir varias noches seguidas en un coche (curiosamente desde ese Xacobeo habré dormido más de 20 días sin exagerar en un coche), los problemas que tuve con el de seguridad que a pesar de estar acreditado y de que todo el mundo hiciese fotos a su antojo a mi no me quería dejar pasar la cámara o el frío que se levantó esa noche (bendita bandera republicana).

Hablando de bandera republicana... qué ilusión me hizo cuando mi amigo alicantino Iván me mandó un mensaje desde España a Atenas diciéndome que se me había visto por la tele en un partido de basket en los Juegos Olímpicos. Qué viaje, Dios, qué viaje.

Creo que nunca tendré tiempo de agradecerle todas las cosas que hace. Por amor y por valentía, además. Porque darle de comer a un niño se puede llamar amor paternal, pero hacerse un Málaga-Atenas en coche en dos días y estarnos dos semanitas enteras casi sin comer (a base de zumo y agua), durmiendo en el coche y viajando por todos lados con cuatro duros es algo más que amor. Es tener espíritu joven a pesar de lo que diga el DNI, es no resignarse al paso del tiempo o no conformarse con los estúpidos estereotipos de cada edad. Él nunca será viejo.

Si tengo que resumir el viaje con una canción, aunque suene raro, me quedo con Los Condenaditos, de Los Fabulosos Cadillacs. Ese día nos volvimos locos al ver duchas (las de la playa) y tras eso él decidió bañarse. Yo me quedé tomando el sol en un paisaje idílico, recostado sobre piedras más grandes que mis sueños. Bueno, no tanto.

No puede faltar La Buena Vida. Y aquí hablaré un poco de mis ratos ciberneticos, ya que cualquier canción que escucho de esta gente o de Astrud me acuerdo del bueno de mi amigo Albert, grande dónde los haya.

Esas conversaciones (que de corazón espero repetir) a tres bandas (con mi hermano de testigo), hablando sobre música, sobre nuestras vidas o sobre cualquier otro tema tan profundo como superficial.

El es el "culpable" de esta página y no puedo dejar de agradecerselo.

Ya que estamos hablando de gente de Internet, no me puedo olvidar de conversaciones en el IRC con los Gerard, Fernan, Alex, el mismo Albert, Iván, Carlos...

Este año hubo Copa Forera y yo fuí. Solo por el hecho de conocer a unos cuantas (que los puedo contar con los dedos de la mano, ciertamente) personas tan especiales y geniales como las que ví en Sevilla ya mereció la pena el viaje. Algunas me quedan por conocer (no me olvido de María, que siempre está ahí y no siempre me comporté bien con ella) en persona y a otras muchas espero volver a ver. Por ellos sí merece la pena Internet, por ellos un estúpido foro cobra vida.

Unas patatas con Albert y Fernan, unas risas con Iván, un Nestea con el bueno de Sebastián, un partido junto a Luis, conversaciones con Álvaro, un concierto de Macaco con la dulce Carol, Pou y el resto de valencianos que siempre me trata tan bien, una quedada con Peter y Álex,... son solo unos momentos (breves y cortos tal vez) pero hacen el año más especial.

Muchas cosas más rondan mi cabeza, muchos instantes más merecen entrar en este resumen de mis diecinueve años.

No me puedo olvidar de mi momento místico-trascendental escuchando a Muse con Antonio en Granada, de Las Fallas también con él, de mis palabras de reflexión o simple locura en esa libreta vieja de nombre inconfesable, de la quedada con mi hermano y Virginia en la Madrid de Diana, una mañana en mi terraza con Carmina y otra vez Antonio, el concierto de Macaco en Madrid presentando el nuevo disco, aquel de la Bersuit en el que me sentí argentino por un día, una buena comida con Gonzalo Vázquez en la capital hablando de todo, los abrazos que me dí con mi padre en el suelo cuando el Unicaja pasó a semifinales tras un partido milagroso, el orgullo que sentí al ver a mi equipo de toda la vida, el Málaga, marcándole cinco goles a todo un Barça tras tantos años de penuria

Tampoco se me va de la cabeza aquellos días de Septiembre en las que me sentí en el cielo tras aprobar lo que creía "in-aprobable", los jueves por la noche con mi madre y Antonio comiendo pizzas y viendo la tele, las conversaciones por el MSN, mis primeros artículos publicados en una revista o en páginas webs de música, mi primera retranmisión de un partido en la radio o el día que me presentaron como "periodista deportivo" para pedirme mi opinión sobre un tema, las nuevas canciones que me bajé, el cambio político tras la derrota del PP (por fin), las preocupaciones, las alegrías, las sonrisas, las lágrimas... en definitiva, no me puedo olvidar de NADA.

Quedan cuarenta minutos para el adiós a mis 19 añitos. Pierdo el "1" de primer digito de mi edad, espero que no para siempre. ¿Recuperalo? Muy fácil...

Solo me quedan ochenta años... y un día..

Disculpen mi atrevimiento, no me atreví a releer. Disculpen mi cobardía, me atreví a no corregir. Las palabras, con más o menos fallos (forma de ordenarlos, alguna tílde perdida) quedarán así como me han salido del alma. Las canciones, la melancolía y los recuerdos hicieron el resto.

Un abrazo al que haya osado a leerselo todo porque será más valiente que yo por haberlo escrito. Hoy más que nunca, mil gracias por seguir ahí. ¡Hasta el año que viene en mi particular cruel calendario!"

12 comentarios

maru -

nose como ni porque fui a caer a esta pagina...por curiosidad empezare a leer tu escrito y la verdad q muy lindo. nose ni quien sos ni nada, solo queria hacertelo saber. un beso escritor,jaja.

Evey -

Ójala vuelvas a escribir muy pronto en éste, tu hijo pródigo olvidado y pseudohuérfano...
Ya toca que nos desees feliz Navidad y que nosotros te felicitemos por el primer aniversario de ésta semilla que plantaste hace un año y está creciendo (pero si te olvidas de regarla acabará marchitando).

Vuelve a casa vuelve por Navidad...

Helena -

No me digas que no vas a escribir nada hasta el resumen para tu próximo cumpleaños...jaja...
Besos.Adios.
Helena

Juli -

Entre vos y Di me van a hacer estremecer.
Sobre tu cumple: uno siempre piensa que cada año es especial; ahora es porque dejás los 19 pero luego será porque pasás los 21... o porque los 23 te resultaron muy especiales. Lo más importante es disfrutar cada momento y saber que uno lo vivió a pleno.
Un beso

Azra -

Saludos Muchacho, casualmente llegue a tu pagina, mira que 20 son 20 pero asi como los vives con recuerdos basados en musica te auguro muchos 30, 40, 50, etcv....

vale!!

saludos desde mexico

elvis -

Felicidades enano, mira que ponerse melancólico por cumplir los 20 cuando algunos ya vemos el cuarto de siglo a menos de medio año :P

Jordi -

Ya te felicite en el foro pero que mejor que volverte ha felicitar por aqui. A ver cuando compartimos un concierto de Manu Chao crack. Antes que me muera vamos a uno los dos juntos XD.

Saludos crack i que te vaya todo muy bien

Valdis -

Muchas felicidades, Dani.
Para mí fue un verdadero placer compartir viaje a Sevilla contigo, charlando animadamente todo el camino. Me han gustado mucho tus recuerdos de tus 19 años, y transmites con tus palabras el sentimiento que te mueve a hacer las cosas con entrega y compromiso.
Cuando llegues a los 30 ya me contarás ;)
Sabes que espero tu SMS para quedar cuando quieras en la facultad.
Un abrazo,
Sebastián.

Malkav -

Felicidades boketa! Date unos tirones de orejas de mi parte :P No mires atrás, mira que tienes por delante, que son 20 años? Nada nada...deja... Lo dicho. Adeu ;*

Carlos -

Primero felicidades Dani, me alegra que te acuerdes de mí todavía :oops:
Cuantas veces me habre arrepentido de no haber ido a Sevilla.

Helena -

Muy buen resumen para un año tan plagado de acontecimientos...sobre todo me gusta tu relación de hechos con la música...que forma más bonita de recordar una vida...para lo bueno y para lo malo...y de eso nada...valiente hay que ser para expresar tus sentimientos...leer los de otro es más que fácil...es hasta divertido...
P.D. felicidades...
Besos.Adios.

Di -

A veces nos empeñamos en darle demasiada importancia a las fechas, yo soy la primera que lo hago, por eso llevo tiempo viendo este día marcado en mi calendario. Es un paso importante para ti, es un cambio más en un año de cambios, pero sé que vamos a hacer que sea mejor aún que los 19. Y míralo bien, los 19 han sido maravillosos. Gracias por la parte que me toca, y sobre todo: FELIZ CUMPLEAÑOS, mi niño. TQM